
El lugar elegido fue su querídisimo puente de Clark Quay o también conocido como el Bridge Bar. Hubo que entretenerla un buen rato para poder acordonar la zona y sorprenderla con nuestra pequeña fiestecilla donde no falto de nada: música, globos, tarta (una muffin hizo las funciones), cervezas y buena compañía más algún espontáneo!

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