Sin lugar a duda es el adjetivo que mejor define a este inmenso país de más de mil millones de habitantes. Lo cierto es que su gente lo es todo. Obviamente tiene maravillas del mundo como el Taj Mahal, ciudades sagradas como Benarés, los famosos tigres de bengala, el sagrado río Ganges... pero lo que distingue a la India del resto de países es su gente. Las mujeres luciendo sus saris de colores, los hombres indiscretos como los que más, los niños sonrientes y llenos de vitalidad... nunca antes había estado en ningún país donde la miseria y la alegría estuvieran tan presentes. Porque si bien es cierto que India está creciendo económicamente, la miseria es una realidad así como lo son las impresionantes diferencias sociales y las inmensas ganas de vivir.
Nuestro viaje empezó a lo indio... cinco horas de retraso! El tiempo es siempre algo relativo, así que se respiraba cierta tranquilidad y costumbre entre los viajeros (todos ellos indios) que nos acompañaban en el avión. Eso sí, en cuanto anunciaron nuestro vuelo, empezó a organizarse un caos, con intentos de colarse por todas. Y es que ellos, aunque tranquilos, lo de la 'fila india' no lo llevan muy bien. Nada más llegar a Calcuta nos recogió un elegante taxista, todo vestido de blanco, muy al estilo colonial. La imagen que vimos de la ciudad no fue precisamente la más agradable. Llegamos en noche oscura y lo único que se veía en las calles era gente durmiendo y perros...A la mañana siguiente nuestra intención era volar a Delhi y llegar al punto de la mañana. Pero la niebla/contaminación y la eficiencia india no nos dejaron. Así que llegamos a la capital a mediodía sin apenas tiempo de nada. Visitamos alguno de los monumentos y nos empapamos un poco de la alegría india. Nunca antes me habían pedido por la calle hacerse fotos conmigo!!! y es que eramos una atracción para todos los que nos rodeaban.
El domingo después de un atasco monumental y ser el centro de atención de todos los camioneros, transeúntes y demás personajes que habitan en las cunetas, llegamos a Agra. L a antigua capital del imperio mogol, acoge el impresionante mausoleo del Taj Mahal. ¿Qué puedo contaros de esta maravilla del mundo? Por si alguien no está al corriente fue construido en el año 1631 por el emperador Shah Jahan en honor a su esposa favorita, la cual le dio 14 hijos. En su construcción participaron más de 20.000 obreros. La leyenda dice que se les cortaron las manos a todos ellos, para evitar que alguien pudiera reproducir tan hermosa construcción.
Después de ver la belleza india, nos tocó también enfrentarnos a la otra realidad. El 42% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y Calculta, pese a haber sido un importante centro de negocios durante la época colonial e incluso llegar a ser la capital de la India británica es hoy en día una ciudad decadente.
Visitamos varios templos, el hospital de la Madre Teresa, mercados, callejeamos y pese a la dureza de algunas estampas nos fuimos de vuelta a la civilización con un agradable sabor de boca y muchas ganas de volver. Pues si algo he aprendido de este viaje de 'exploración' es que hay mucha India por descubrir y que es un país increíble en que las prisas no son buenas.
Por cierto, la comida deliciosa, eso sí picante con ganas!
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